En muchos casos los miedos y fobias están relacionados con un hecho traumático, por ejemplo; si alguien ha tenido un accidente es probable que después aparezca un miedo a conducir, a ir en coche, o si nos ha mordido un perro es posible que desarrollemos una fobia a los perros.
En otros casos aprendemos los miedos y fobias a partir de sucesos que les han pasado a otras personas, que nos han contado, hemos visto directamente o en una película. Muchas personas han desarrollado miedo a las arañas después de ver películas como aracnofobia.
Otro ejemplo es el caso de una fobia a las alturas si por ejemplo alguien de nuestra familia cayó desde una altura y murió, muchas veces no somos conscientes de que nuestra fobia actual está relacionada con un hecho de este tipo, bien porque lo hemos olvidado o porque éramos muy pequeños y no lo recordamos.
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